Llevo unos días perdidas, este puente del día de la Hispanidad me he ido a pasarlo a un pequeño pueblo de Portugal cercano con la frontera española llamado Vale de Vargo.
Todavía me sorprende como puede haber tanta diferencia de un lugar a otro en que la distancia es tan corta. Todo es distinto, desde sus calles hasta sus gentes. Me parece mentira que después de tantos años conociendo el país vecino todavía me extrañen estas cosas...
La verdad es que he disfrutado, ya hace tiempo de chimenea y eso de tirarte un fin de semana haciendo poco exceptuando comer, beber y dormir aveces viene bien, he venido de vuelta mas relajada y tranquila.
Ir al campo de vez en cuando y sentir que el tiempo es capaz de pararse no esta del todo mal............
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